El pasado 16 de mayo el Dane reveló que, durante el primer trimestre del año, la economía del país tuvo un crecimiento de 8,5%. El alentador resultado, no obstante, contrastó con el decrecimiento de -4,9% en el sector de obras civiles. Paradójicamente, ese indicador evidenció un crecimiento de 1,4% en comparación con el último trimestre del 2021.
De cara al panorama, surge el siguiente interrogante: ¿a qué obedece el decaimiento en el crecimiento del sector? La respuesta apunta en una sola dirección: la de los bajos índices de ejecución en los proyectos de obra pública a cargo del Invías y de los entes territoriales, los cuales avanzan a ritmo paquidérmico, muy inferior al presupuestado.
Para comprobar lo anterior, las cifras hablan por sí solas. Por el lado del Invías, sus índices de ejecución presupuestal, a mayo del año en curso, muestran un lánguido 13,8%, cifra preocupante si se tiene en cuenta que el presupuesto total de esa entidad es de nada menos que $9,8 billones, de los cuales $5,2 son de inversión (el mayor rubro del sector para el 2022). A esas preocupaciones, habría que sumar el hecho de que el actual gobierno está ad-portas de terminar su periodo.
No muy distinta es la situación de los entes territoriales, que están a poco más de año y medio de finalizar sus administraciones. Allí, sus planes de desarrollo, colmados de ambiciosos proyectos de infraestructura, no se compadecen con la realidad que hoy muestra tímidos avances en sus frentes de obra.
Por último, la inquietante cifra del PIB del sector de obras civiles, también es resultado de la ausencia de liderazgo de alcaldes y gobernadores para utilizar los recursos del Sistema General de Regalías (SGR) el cual presenta un saldo un poco mayor a $7,6 billones. “Las dos ventajas que tienen las autoridades locales para la utilización de estos recursos son, por un lado, el marco normativo del SGR que permite presentar y viabilizar los proyectos y, de otra parte, la contratación eficiente y transparente mediante la utilización de los pliegos tipo”, señaló Juan Martín Caicedo Ferrer, presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura.
Finalmente, el líder gremial hizo un llamado de atención en el sentido de que mientras las ejecutorias relacionadas con la obra pública inquietan, por el lado de las concesiones, el panorama, para bien, es diametralmente opuesto. “Las 4G demuestran que los proyectos pueden ejecutarse de manera exitosa: hoy por hoy las vías de cuarta generación ya arrojan un avance total cercano al 70%. A la fecha, seis vías 4G finalizaron su etapa de construcción y varias concesiones se comprometieron a poner en operación y mantenimiento otros 13 proyectos, situación que evidencia la eficiencia del modelo APP”, remató Caicedo.