Consultados los empresarios que hacen parte de la actividad de consultoría en ingeniería, la construcción de obras civiles, la interventoría de proyectos, los concesionarios viales, portuarios y aeroportuarios, los proveedores del sector y en general las pymes de ingeniería, a raíz de la actual coyuntura de la emergencia originada por el COVID 19, a continuación, la Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, comunica a la opinión pública y a las empresas de ingeniería nacional:
1. Confiamos en que las medidas de emergencia decretadas por las autoridades nacionales, regionales y locales no impacten en manera alguna el normal desarrollo de las actividades del sector de las obras civiles. La infraestructura ha sido motor de crecimiento en la última década y, por ende, es clave en estos momentos que su actividad sea exceptuada o, por lo menos, bien regulada en las normas excepcionales expedidas.
2. La actual coyuntura, en todo caso, podría derivar en la declaratoria de eventos de fuerza mayor en los contratos, con la consecuente afectación en la dinámica de ejecución de los proyectos, de presentarse, entre otras, las siguientes condiciones:
- Restricciones de tránsito, simulacro de cuarentena o toques de queda, lo que imposibilitaría el trabajo continuo 7/24 de acuerdo a la ley de infraestructura.
- Cese de actividades en las entidades públicas, lo que demoraría o aplazaría todas las gestiones requeridas para el cumplimiento del cronograma contractual.
- Cierre de fronteras y afectación de cadenas de producción y abastecimiento, lo que generaría escasez de materiales como consecuencia de la parálisis de las industrias que provén el sector, generando afectaciones al flujo normal de insumos para la ejecución de las obras.
3. Reiteramos que, mientras se mantengan las condiciones adecuadas para la normal ejecución de los contratos por parte de las autoridades y de los entes contratantes, y, además, no se afecte la cadena de producción y abastecimiento de los insumos y materiales del sector, se puede garantizar que las obras civiles de infraestructura tendrán un efecto contracíclico de impacto positivo en la economía.
4. Ahora bien, con el fin de facilitar y allanar el camino para que las empresas de este sector puedan responder eficazmente al reto que se nos impone, es pertinente y urgente implementar un plan de choque gubernamental que aborde los siguientes aspectos:
(i) Existe un riesgo de atención de las obligaciones de carácter financiero con las entidades bancarias. Resulta oportuno pues, la generación de una regulación blanda que permita el ajuste de plazos, cuotas e inclusive el establecimiento de periodos de gracia.
(ii) Existe un riesgo de atención de las obligaciones en materia tributaria en el corto plazo. Resulta pues importante que se estudie la posibilidad de suspender, posponer o flexibilizar el pago de IVA y retención en la fuente como tributos derivados de la suscripción de los contratos de obra, concesión, interventoría o consultoría y las contribuciones especiales al Fontur y a la Supertransporte.
(iii) Existe un riesgo de brindar sostenibilidad a las relacionales laborales y, especialmente, de contar con un flujo de recursos que permita atender el pago de salarios y los costos del sistema de seguridad social. Es por ello necesaria la liberación de los pagos pendientes o retenidos por los entes contratantes, cuando aquello tenga como causa algún trámite interno en cabeza exclusiva del contratante y no exista incumplimiento ni discusión pendiente con el contratista. Lo anterior permitiría, además, que los contratistas puedan a su vez cumplir sus obligaciones con sus proveedores y subcontratistas.
(iv) Por último, es necesario mitigar el impacto de los pagos al sistema de seguridad social, mediante una posible flexibilización o suspensión temporal de los mismos.
Continuaremos acompañando y apoyando al Gobierno Nacional en el firme propósito de sobrellevar de la mejor manera los efectos negativos de la actual coyuntura. Para esto, las empresas de ingeniería, tanto de consultoría como de construcción, las empresas concesionarias que construyen y operan gran parte de la infraestructura de nuestro país, junto con el grupo de proveedores de bienes, servicios y materiales están preparados y listos para mantener la dinámica propia de este sector, que permita ser punta de lanza para recuperar y mantener la economía del país.