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La Cámara

  • Quiénes somos

    La Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) nace en junio de 2003 como una asociación gremial de cobertura nacional,
    sin ánimo de lucro y de carácter privado, creada con el objetivo de contribuir al desarrollo de la infraestructura física del país,
    promoviendo así el desarrollo socioeconómico de la nación y el fortalecimiento de las empresas afiliadas, las cuales están
    agrupadas en los cuatro sectores de la cadena de valor de la infraestructura, así: concesionarios, constructores, consultores
    y proveedores.

    Los pilares fundamentales para la sostenibilidad del gremio son: visión de futuro, representatividad en número y en calidad,
    interés general sobre el particular, la construcción de consensos y la lucha contra la corrupción.
HISTORIA

A principios del nuevo milenio, el sector de la infraestructura sintió la ausencia de un interlocutor único frente al Gobierno Nacional y a la opinión pública, que defendiera los intereses legítimos de los empresarios y velara por su fortalecimiento y su crecimiento.

Ante este panorama se crea la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI) el 10 de junio de 2003, como resultado de la fusión de cuatro gremios tradicionales en el país relacionados con el sector: la Asociación Colombiana de Ingenieros Constructores (ACIC), la Asociación Colombiana de Empresas de Ingeniería y Consultoría (Aico), la Asociación de Consultores de Colombia (Ascol) y la Asociación Colombiana de Concesionarios de Infraestructura y Servicios (Concesia).

Estos gremios, algunos con más de 40 años de experiencia, vieron la necesidad de unir sus fuerzas para consolidar un sector integrado por las empresas vinculadas a la cadena de valor de la infraestructura colombiana, y tener un mayor reconocimiento en el ámbito nacional. De esta manera, además, se logra contribuir en la concepción y desarrollo de la infraestructura física de la Nación, donde las oportunidades de negocio se multipliquen para todos.

Desde julio de 2004 el doctor Juan Martín Caicedo Ferrer, exalcalde Mayor de Bogotá, exministro y exsenador de la República, asumió la Presidencia Ejecutiva del gremio dándole impulso a la Cámara con su experiencia gremial recogida como director de la Cámara de Comercio de Cali y como presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco).

 

MISIÓN

La CCI es una asociación gremial empresarial que promueve el desarrollo socioeconómico a través de una infraestructura moderna y eficiente, defiende la institucionalidad, los principios éticos y la transparencia, busca el equilibrio en las relaciones contractuales, propende por el fortalecimiento de las empresas que intervienen en la cadena de valor y su recurso humano, e influye notoriamente en el diseño, construcción e implementación de las políticas públicas relacionadas con el sector.

VISIÓN

La Cámara Colombiana de la Infraestructura será un gremio de cobertura nacional, autorregulado, ampliamente representativo y sólido en su organización interna, en interacción permanente con sus afiliados, con capacidad de generar iniciativas empresariales, e influir en la construcción de las políticas públicas relacionadas con el sector.

CÓDIGO DE AUTORREGULACIÓN

La Cámara Colombiana de la Infraestructura, en el marco de los principios que orientan su actuación, adopta el presente Código de Autorregulación Gremial que tiene como objetivo consolidar la sana y leal competencia en los procesos de contratación en los que participen los afiliados a la organización, y constituirse en un instrumento para combatir la corrupción en la contratación de la infraestructura.

La autorregulación gremial debe entenderse en dos dimensiones diferentes. Por una parte, como el compromiso propio de cada empresario de asumir conductas que respondan a la ética en el ejercicio de las actividades del giro de sus negocios. Y por otra parte, como los instrumentos que adopte la asociación gremial sobre la protección de los valores que guían su actividad, con base en los acuerdos que la desarrollen y que implementen el control ejercido por los órganos de autorregulación.

La autorregulación gremial no pretende sustituir los mecanismos de control fiscal, disciplinario o de otra índole implementados por el Estado en relación con la contratación pública. Se trata de un instrumento de seguimiento al mercado en relación con comportamientos que tienen la virtualidad de afectarlo, implementado por sus propios actores.

Tampoco está llamado a resolver asuntos que involucren responsabilidad civil, penal, disciplinaria, contractual, etc., y que deban ser tramitados ante la jurisdicción o autoridad correspondiente, en la medida en que unos y otros se resolverán con independencia. Por lo tanto, los afiliados a la Cámara Colombiana de la Infraestructura deberán acogerse a las 4 decisiones adoptadas en virtud del presente Código por los órganos de autorregulación, independientemente del estado de avance de cuestiones que se tramiten en sede judicial o administrativa.

El contenido de este Código deberá entenderse de forma complementaria y no excluyente de los mecanismos de gestión gremial implementados por la Cámara y sus órganos. En particular, en lo que concierne a los procedimientos para el seguimiento a los procesos licitatorios y de contratación pública sobre estudios, diseños, obras, concesiones, etc., los órganos del Autorregulador trabajarán en coordinación con los instrumentos y funcionarios dedicados a la gestión gremial en la Cámara.

El Código de Autorregulación de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, recoge el acuerdo común de los afiliados sobre reglas que deben orientar su actuación en desarrollo de los procesos de contratación y es una construcción participativa y conjunta de la asociación gremial y sus integrantes. A partir de su vigencia, las normas de este Código podrán ser adicionadas, actualizadas y complementadas con las expedidas por el Consejo de Autorregulación. De igual forma, los criterios establecidos por los órganos de autorregulación en virtud de sus funciones, podrán orientar su aplicación a través de documentos puestos en conocimiento de los afiliados al gremio.

El presente instrumento está constituido por un capítulo de conductas que han sido identificadas por los afiliados al gremio como algunas de las que comprometen principios y valores fundamentales para la transparencia y la sana y leal competencia en la actividad de los negocios de las empresas. Teniendo en cuenta la necesidad de buen comportamiento del afiliado frente a la sociedad, el Estado, el mercado y sus competidores, las conductas aquí adoptadas serán susceptibles de aplicación analógica atendiendo a la naturaleza especial de las actividades involucradas.

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