Por: Manuel Felipe Gutiérrez, presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura.
Cuando llegamos al gobierno del presidente Iván Duque nos encontramos un programa de Cuarta Generación (4G) muy bien estructurado, con una institucionalidad robusta, que había sido creada en el año 2011 bajo un marco normativo adecuado.
Sin embargo, los 29 proyectos registraban un avance de ejecución de apenas el 16%, por eso, entendiendo esto como política de Estado, nos propusimos reactivar este programa, realizamos un diagnóstico para definir una hoja de ruta clara con el propósito de garantizar transparencia y fortalecer la institucionalidad.
Con firmeza y determinación empezamos un proceso para tomar las decisiones necesarias. Así, fuimos “desenre- dando anzuelos” hasta encontrar la viabilidad de cada uno de los proyectos que estaban detenidos y de aquellos que presentaban mayores retrasos, cumpliendo los compromisos pactados en cada uno de los contratos de concesión y bajo los parámetros de la Ley 1508 de 2012.
Así las cosas, bajo un marco normativo que ha sido un referente en Latinoamérica para APPs, dimos soluciones a los inconvenientes y se fueron reactivando las obras. De esta manera, logramos cierres financieros, aumentamos la articulación interinstitucional con demás entidades del orden nacional, así como un intenso trabajo con autoridades locales, comunidades y veedurías regionales en el país que fueron claves para avanzar en la premisa de concluir, concluir, concluir.
Nos trazamos una carta de navegación clara que nos ha permitido impulsar la economía en los últimos años. Hemos materializado inversiones por más de $37 billones en obra superando una serie de dificultades, viabilizando los proyectos y consolidando una política de Estado, entendiendo la infraestructura como un eje dinamizador de la modernización de este país, siempre bajo los más altos estándares de calidad.
Con esta inversión hemos logrado mantener activos más de 60 mil empleos en el país, dinamizando así la economía en las regiones, generando progreso y desarrollo para el bienestar de los colombianos.
Dentro de nuestros principales logros, avanzamos en la reactivación de proyectos fundamentales después de varios años de arduo trabajo, como la Ruta del Sol 3, Cambao-Manizales, IP Ampliación Tercer Carril Bogotá-Girardot, Malla Vial del Meta y Santander de Quilichao-Popayán; además, logra- mos la cesión del proyecto Santana-Mocoa-Neiva a un nuevo concesionario.
Igualmente, hemos entregado obras importantes para el desarrollo económico y social de Colombia. Finalizamos proyectos como Girar- dot-Honda-Puerto Salgar, Puerta de Hierro-Cruz del Viso, Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la Prosperidad, Transversal del Sisga, Pacífico 2, Vías del Nus, Autopista al Mar 1 y Neiva-Es- pinal-Girardot. También quedarán en operación corredores fundamentales para la competitividad del país como Chirajara-Fundadores, Conexión Norte, Pasto-Rumichaca, Autopista al Mar 2, Bucaramanga-Barrancabermeja-Yondó; Antioquia-Bolívar y los Pacíficos 1 y 3.
Por otro lado, aprender de la experiencia de estos proyectos de 4G y construir sobre lo construido fue la base para la estructuración de los nuevos proyectos de infraestructura y con base en esto sacamos adelante el Conpes de Infraestructura Sostenible, que establece los lineamientos de política pública para el desarrollo de las Concesiones del Bicentenario-5G. Con este documento, por primera vez en la historia de la infraestructura del país se abarcan iniciativas distintas al modo carretero y se fundamentarán en la sostenibilidad social, económica y ambiental, de manera que las comunidades se apropien de los proyectos, que sean viables financieramente se tengan en cuenta los efectos del cambio climático y las condiciones geológicas del país.
Su puesta en marcha además de dar un espaldarazo a las regiones busca impulsar el multimodalismo al unir proyectos férreos, fluviales y aeroportuarios con autopistas de doble calzada lo que facilitará la conexión y el intercambio entre los diferentes modos de transporte.
A la fecha hemos adjudicado cinco proyectos carreteros: Nueva Malla Vial del Valle del Cauca: Accesos Cali-Palmira, ALO Sur, Accesos Norte 2, Troncal del Magdalena 1 (Puerto Salgar-Barrancabermeja) y Troncal del Magdalena 2 (Sabana de Torres-Curumaní). Igualmente, tenemos tres iniciativas en proceso de licitación: Buga-Buenaventura, Canal del Dique y App del río Magdalena.
Con este programa de infraestructura de transporte concesionado se realizará una inversión estimada de $21,06 billones, con los que se pretende generar 600.000 empleos. De esta manera, enviamos un mensaje claro de que somos capaces de hacer realidad las obras, por más complejas que parezcan, de ejecutar grandes contratos de manera masiva y que Colombia es un país que se está modernizando a pasos agigantados, porque es a través de una infraestructura de transporte moderna y segura, como aportamos al desarrollo económico y social del país.
Con estos avances, hoy le dejamos una Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) más robusta, que ha sido reconocida internacionalmente por ser una de las mejores entidades de América Latina, premio otorgado en Nueva York por IJGlobal a mejor Entidad del Sector Público en América Latina exaltando la Ley de Asociaciones Público Privadas en Colombia que ha permitido con éxito el desarrollo del Programa de Cuarta Generación de Concesiones (4G) y las nuevas Concesiones del Bicentenario-, que además ha impulsado el fortalecimiento institucional y de gobernanza, haciendo que Colombia tenga un atractivo adicional para los inversionistas extranjeros, pues cumple con los rigurosos estándares de la OCDE. De esta manera, estamos dejando un país mejor conectado y que gracias a la modernización de la infraestructura de transporte concesionada ha dinamizado la economía, generando más y mejores oportunidades para los colombianos.