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Barranquilla, en continua transformación

Barranquilla

Héctor Carbonell

Con ambiciosos proyectos de infraestructura, el denominado ‘Plan Alcalde’ seguirá cerrando brechas sociales en la capital del Atlántico.

Al alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, le gusta que lo identifiquen como el alcalde del concreto porque para el mandatario la infraestructura es un instrumento efectivo para avanzar en saldar las deudas sociales con la población de los sectores más vulnerables de esta ciudad, dado que permite acercar con vías la oferta pública de servicios de salud, educación y recreación, o fortalecerla con la construcción de hospitales, colegios, parques y escenarios deportivos.


Su convicción en ese sentido la ha demostrado en sus dos gobiernos anteriores y, según lo anunciado, lo seguirá haciendo en el actual con lo que ha denominado el ‘Plan Alcalde’ que tiene como hito la construcción del Malecón del Suroriente, una réplica del Gran Malecón localizado a orillas del río Magdalena, convertido en el escenario democrático más importante de Barranquilla. Esta nueva versión se hará en la zona de influencia de ocho barrios donde viven 324.000 personas en condiciones socioeconómicas de alta vulnerabilidad y que, como otras de esta localidad, piden espacios públicos para el encuentro ciudadano y para escenificar sus expresiones artísticas y culturales.


Otros ejes son la construcción de 34 nuevos parques, la continuidad del exitoso programa “Barrios a la Obra”, que tiene a la comunidad como partícipe fundamental, con 61 vías a pavimentar en 18 barrios, que sumadas alcanzan una longitud de 14 kilómetros, y 8.270 mejoramientos de vivienda en una primera fase.
Una novedad es el mejoramiento de 8.270 viviendas de estratos 1 y 2 de cuatro localidades y 77 barrios, a un costo unitario de $24 millones para una inversión total de $200.000 millones.


En otros sectores de Barranquilla el ‘Plan Alcalde’ permitirá ampliar seis kilómetros de vías a tres carriles y doble calzada en áreas donde hay concentración de servicios de salud, comercio y gastronomía, preponderantemente, más viviendas, con el fin de mejorar los tiempos de desplazamiento y liberar el tránsito en las zonas de influencia.


A ello se suma el reparcheo de 65.838 metros cuadrados de calles y carreras, beneficiando a 81 barrios de las cinco localidades en las que está dividida la ciudad, y la continuidad de obras que vienen de la administración anterior, como las siguientes unidades funcionales del Gran Malecón y del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín; la recuperación y rehabilitación de la playa de Puerto Mocho; el Tren Tajamar que conecta con Bocas de Ceniza, donde el río Magdalena desemboca en el mar Caribe. Y vías estratégicas como la Circunvalar; la Calle 30, que conecta con el aeropuerto Ernesto Cortissoz y la banda oriental del Atlántico; y la Cordialidad, que nos une con Cartagena en un corredor especialmente de carga.


También hacen parte de este último paquete de proyectos, centros de salud; mercados como el Gran Bazar, Sredni, del Río y Tajamar; la Plaza de Pescado; parques en el norte y noroccidente de Barranquilla; y escenarios deportivos como la pista de ciclo montañismo.


El ‘Plan Alcalde’ tiene un presupuesto de $800.000 millones y será financiado con la primera parte del cupo de endeudamiento por $3 billones, aprobado recientemente por el Concejo Distrital, y generará 7.562 nuevos empleos. Las adjudicaciones de los contratos del bloque inicial de proyectos están programadas para la segunda y tercera semana de marzo próximo, dentro del propósito de Alejandro Char de acelerar la ejecución de este programa de infraestructura. Incluyen los mejoramientos de viviendas, el programa vial, los parques y el Malecón del Suroriente.

El ‘Plan Alcalde’ es una oportunidad para dinamizar el sector de infraestructura, dentro de un ejercicio de convocatorias en el que se espera contar con el mayor número posible de oferentes, e igualmente de evaluación, adjudicación y contratación democrático y transparente como el que exigen estos procesos. Ello será prenda de garantía para que la inversión sea lo más eficiente posible y para que la ejecución de las obras se cumpla dentro de los cronogramas establecidos en una ciudad que, como dice el mandatario, espera escalar a otro nivel en los próximos cuatro años.